¡Deja la puta guitarra y ven a la cama a dormir!

Jovi, otro amigo nuestro, está aprendiendo a tocar la guitarra, Xavito le está enseñando. Rebeca, su esposa, al ver que son las tres de la madrugada y lleva desde las nueve, en el sofá, practicando, al tiempo que mira la tele, le dice agotada de oir el do-re-mi como un bucle sin fin:

— ¡Deja la puta guitarra y ven a la cama a dormir!

Esta noche estuvimos cenando con ellos en el Munich, de La Vall d´Uixó, y nos pidió encarecidamente que adoptáramos a Jovi por un tiempo, al menos, hasta que aprenda una canción completa. Eso lo dijo después de que Jovi no dejaba de golpear dos botellitas de Coca Cola haciendo ritmitos caribeños. Lo adoptaremos, lo dejaremos dormir en el sofá con las dos guitarras ya que otra de las frases de Rebeca es:

— La guitarra a la cama no, que está muy fría.

Y es que él se quiere acostar con las dos, parece que la silueta de la guitarra lo erotiza. Así es que nos solidarizaremos con Rebeca y lo tendremos cuatro días en casa mientras ella hace un cursillo en Santa Pola.

Esta foto se la hemos hecho esta tarde, en su tercera clase, ¿a que ya tiene mano de guitarrista?