Aromas

Al final, la casa nos olía como la de los vecinos.
Tanto hociquear para los costados y con ganas de que nos inviten a la casa de al lado y la verdad (y no es por vanidad), nos quedó una comidita super buena.
Le pusimos "La gran Vicentica", un preparado de carne picada con ajito, especias, cebolla picada bien chiquitita, huevos, queso rallado parmesano, perejil y si les digo que ya no me acuerdo que más le puse no lo creeran, pero no miento ni un gramo.
Luego untamos la pizzera con aceite y le pusimos una base de pan rallado y encima el preparado de la carne, la metimos al horno y cuando vimos que la carne estaba cocida, le pusimos por arriba tomate frito, rodajas de tomate natural y orégano.
Cuando se cocinó un poco le agregamos unas lonchitas (fetas) de queso para fundir y cuando estaba tostadito por encima lo sacamos.
Acompañamos con unas papas barbacoa (Mercadona).

Nos quedó para esta noche y nos lo comeremos frío.
Xavito al mediodía se lo comió en bocadillo con un pan baguette que compramos en el horno de Rosarito, pero yo, como no quiero comer mucho pan, lo comí al plato.
Bueno, como lo prometido siempre tiene que ser cumplido, les dejamos esta receta.

Otro día publicaremos la de "Los Olguitos" que los hacemos en honor a mi mamá, Olguita, ya verán que buenos están.

Castelló - Wien

Nachrichten aus der bewohnten Welt

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¿A qué jugamos?

Domingo por la mañana. Nuestros ánimos a media vela, aún no sabemos nada del apartamento y estamos muy ansiosos. Xavito calma la ansiedad acompañando con su guitarra a Diana Krall, Bryan Adams y Conxa Buika, me encanta cuando toca la guitarra.
Es una armonía de caricias sobre la madera acompañada con gestos apasionados que adornan la canción y la hacen más especial aún.
Se le ha roto una cuerda y la arregló con paciencia hasta volver a afinarla. Ahora está sonando una música dulce y mientras escribo imagino corcheas, negras y blancas, saliendo de la boca redonda de su guitarra y susurrando en mi espalda.
Hace un rato perdió su púa, la púa roja, la que tiene desde que era pequeño, casi muere de un ataque de desesperación, por suerte la encontró y la cara que puso fue como cuando a los niños se les cuelga la pelota en la casa de al lado y después de una semana la vecina decide devolverla.
Por la ventana de casa ya comienzan a olerse los aromas de las cocinas de nuestros vecinos, trepan por la fachada y se cuelan en nuestro hogar. A veces pensamos con Xavito, cuál será el motivo por el cuál a la vecina no se le ocurre tocar el timbre y decirnos:

- ¿qué esperan xikets?. La comida está servida.

Los sueños son gratis, pero ahora acabo de despertarme, así que nos iremos a jugar a ser Carlos y Eva Arguiñano, mientras Xavito me cuenta alguna historia. Entre canción y canción, prepararemos algún plato al que bautizaremos con un nombre especial y nunca más volveremos a repetir, porque siempre se nos olvidan los ingredientes que le habiamos puesto.

En fin, jugar y jugar, que al final es lo que nos hace felices. Siempre intento predicar el hábito lúdico entre los mayores porque cuando se pierden las ganas de jugar, se van también otras capacidades, como la de reírse a carcajadas entre otras muchas.
Ya publicaremos la receta.

Daniel

Me gusta tu conversación y tu risa espontánea y poderosa. Me gusta el amor intenso que le tienes a Verito. Me gusta tu sentido de la amistad. Me gusta la cara de niño ilusionado que tienes en la foto que tenemos en casa. Me gusta que te pelees con tu computadora. Me gusta que estés ahi. Me gusta que seas un puente grande y fuerte.

Yo tambien te quiero.

El cumpleaños de Dá

12000 km. pesan en un día como el hoy. En Argentina hoy es el día del animal, pero para mí eso cambió a partir del año 1995. Desde ese momento el 29 de abril dejó de ser el día de la broma con los amigos y paso a ser el cumpleaños de mi amigo.
El amigo del alma, ese que un sábado de abril me lo encontré en medio de una clase de canto con los ojos como el dos de oro, sorprendido y emocionado mientras miraba a su ídola pop enseñarle truquitos para que la gola se calentara.
Entre aquel fondo enmurmullado nos encontramos, intercambiamos una corta conversación y eso alcanzó para saber que desde aquel segundo eramos amigos.

Once años de encuentros y despedidas, once años de amor profundo, de consuelo, de entendimiento, de música.

Un dúo de voces y miradas que entre canción y canción sólo podían pensar en una misma cosa.

"Que no termine nunca"

Hoy yo estoy aquí, pensando en tortas y velitas, pensando que hoy sería el día en que montábamos los equipos de sonido y nos preparábamos para ofrecerle un recital a los invitados. Hoy es el día de su cara de abrir los regalos y que no le gustaran, el de la complicidad porque yo lo sabía aunque el dijera "qué lindoooo, graciassss".

Fueron muchas escenas juntos, secretos para no dormir, mariposas en el estómago y eso se añora.

Cuando me preguntan si extraño mi tierra pienso en cuatro personas, mi tierra es cuadrada, y uno de sus lados se llama Daniel.

¡Feliz cumpleaños alma mía!

Villapanda

Según Eudald Carbonell, Darwin dejó de creer cuando empezó a pensar. Según Verito, yo nunca seré Darwin.

-¡Ostia!.

El pensamiento es lo único que puede diferenciar a las personas, de un paquete de champiñones en Mercadona. Cuando la gente dice creo que si o creo que vendrá, frases llenas de credos, realmente están proclamando su fe, su irracional forma de comunicar conceptos. Así nos vá. Estamos rodeados de tomates de Muxamel y de patatas de la Bretaña. Cero. Quién en una conversación utiliza el yo pienso que. Con los dedos de una mano y me sobran.

Pensar es emplear las neuronas para trasmitir ideas. Pero también puede servir como herramienta para soltar las emociones. Para encontrar buenos amigos, y mantenerlos. Para formar una pareja, y mantenerla.

Pensar no es un seguro de vida. No. Pero cuando aprendes, ya no hay vuelta atrás.

Ejercitar la mente es un proceso que cuesta, requiere un poco de esfuerzo. Es mucho más fácil y cómodo creer, pero tiene contraindicaciones. Como los medicamentos. Los seres que creen, son débiles y manipulables; y son utilizados por los que piensan, como conejillos para sus experimentos.

Yo tengo un amigo, Vicente, que lo quiero porque pienso que lo quiero, y pienso que él piensa que también me quiere.

Admiración y respeto por una persona entrañable que, a través de los años, me ha permitido disfrutar de su inteligencia y de su compañia. A ese amor más veterano se ha unido recién la Verito.

Porque conozco su historia; un relato apasionante de una vida filmada con objetivo desenfocado, que se ha reemplazado varias veces durante el trascurso del rodaje. Un cuento de éxitos y de fracasos y de éxitos. De subidas y de bajadas.

Solamente los que piensan pueden seguir siendo niños; jugar con la ingenuidad y transparencia del amor verdadero y sano, sin tabues.

Verito y yo tenemos un amigo que se llama Vicente y vive entre naranjos, en una casa de campo, Villapanda, al lado mismo de un centro de reclusión del Opus.

Ahora estamos pensando en él.

Dormir con las ventanas abiertas

A mi siempre ma ha gustado habitar en un lugar abierto, pleno de luz y de calorcito. Con la vista despejada para respirar hondo. Con la mirada al sureste para calmar mi sed de espacios. Abrir los brazos en cruz, cerrar los ojos y colocar mi cuerpo enfilado al cabo de Sant Antoni. A mi siempre me ha gustado pasarla bien, como diría Verito.

Esta mañana, a través del ventanal entreabierto, se van colando en mi habitación los ritmos de la vida. La persiana enrollada hasta los huesos, deja pasar toda la luz del mundo. Un store blanco doma ese torrente de energía salvaje que entra desde oriente, y lo calma, trasformando ese fuego primigenio en una dulce caricia. Sentir el aire agitado, fresco, un rio invisible que cruza sobre mi piel; ver a contraluz, pintada sobre la tela, en el escenario instalado sobre la baranda del balcón, la opereta interpretada por una família de gorriones. Todo proyectado sobre el armario en la pared del fondo.

Delante de casa hay una herrería. Escuchar el golpeteo metálico cada mañana, mezclado con el sonido de coches que pasan por la avenida o el murmullo de voces en una conversación que llega desde la calle, siempre ha sido para mi, un placer infinito. Un goce tan intenso como el sonido de la nada en alta mar. Las ventanas abiertas son la expresión del amor por la vida. Cuando al caer la noche, después de un dia intenso, me acuesto, espero que ocurra otra vez el amanecer. Esa progresión in crecendo de luces y sonidos. Deseo con avidez ser acunado por todas las sensaciones. Es la señal que refleja mi estado. Y estoy tranquilo. Sé que me sigue gustando jugar. Sé que quiero. Amén.

Married

Bajo el efecto de tres copas de vino, me han pedido matrimonio.

Sí blogueretes, Xavito soltó el pico anoche y con testigos y todo, me pidió la mano, y ojo, no empiecen las interpretaciones fáciles, que solo ha dicho que quiere bodorrio.

El tema es sencillo, ¿se acuerdan del “quinto sin ascensor”?, pues si nos sale la tan esperada hipoteca, haremos una fiesta, pero claro, la típica inauguración ya no tiene sentido puesto que como ya nos hemos mudado tres veces, es como que no cuela, entonces nos casamos y listo, sólo para ponerle otra titulación a nuestra fiesta. Boda.

La cosa será sin rococó, sin amigos que tengan que pagarse la plaza en nuestra fiesta, queremos ofrecer algo nosotros y sólo necesitaremos la presencia de todos, las palabras de un amigo que disfrazaremos, mezcla de sacerdote, Rabino y juez de paz con un toque tahitiano, y él nos leerá con un fondo musical que elegiremos, las emocionantes frases de unión eterna.

Nada blogueros, que nos gusta pasárnoslo bien.

Me besaba la cola

¿Vos podés entender que se circule así por el mundo?.

Yo a veces no entiendo. Ayer íbamos con Xavito camino a Castellón a ver una obra en el circuito Café teatro, muy divertida por cierto, a una velocidad apropiada (sin superar 120 km/h) y al entrar en la autovía fui testigo de mi propia violación. Todos los coches besándome el culo, dándome a entender que si no me apartaba me embestían como toro a la vaca, y claro, si no me apartaba encima ya no era violación, era voluntad propia por haberme quedado.

Además, y no está demás comentar, es que los cancheritos (chulos) que querían violarme tenían coches de una sola letra final en la matrícula, a mí, a Verito, con un coche joven, de matrícula de tres letras y que comienza por la D ¿quieren vejar?. ¡Por favor!. ¿Será que hay Xenofobia en la raza coches?. Al final ¿será que soy racista automovilística?. Se me escapó mi costado chula de capital, lo siento, pero me sacan mi lado malo.

Sigo yo por mi carril, cuál Mr. Magoo, porque al final te hacen pensar que conducís como el reverendo orto (culo) y otra vez, carril derecho, velocidad media y otro besa culetes intentando introducir su morro en mi maletero, o su boca en mi baúl, como prefieran. Pero digo yo, ¿ya no se puede ir tranquilo por la vida? ¿es necesario tener que mirar por el retrovisor y comprobar que siempre hay uno que te la quiere introducir?.

No claudicaré. Tampoco está demás decir que cuando voy con Xavito no puedo conducir a más de 120 km/h porque se enoja conmigo.

Yo creo que lo que más rabia me dá es que ayer no podía ir a 140 km/h como a mí me gusta y que, como mi deseo de ir con los cabellos al viento y el pañuelo al cuello con mi chico no lo podía cumplir, he intentado culpar a los recién bautizados "Besaculos" para ocultar mis sentimientos reprimidos. Pero eso no se lo digan a nadie.

En fin, blogueros mío, que me lo pasé muy bien ayer anoche, y mientras haya amigos y noches como la de anoche, ¿qué más dá ser Mr. Magoo?.

Supersónicos mentirosos

No puedo trabajar, se cayó el sistema, mare meua, se caen tantas cosas por día, pero que se caiga el sistema es la hecatombe.

Yo, por ejemplo, sólo puedo dedicarme a escribir, porque todo mi trabajo se basa en la concentración y respuestas de e-mails y en el paso de pedidos a proveedores, control de descuentos y más cosas que únicamente se pueden ver a través del sistema.

Se caen las pestañas y no pasa nada, ¿vos sabés si se nos caen cosas y a nadie le molesta?, qué querés que te diga, yo me levanto cada día y lo primero que miro, cuando ya puedo ver claro, es la cantidad de pelos que he dejado en la almohada. Se me cae el pelo, que es mío, que es una perdida de un pedazo de mi ser y no pasa nada, pero se cae el sistema y a la par se me caen los nervios, se las uñas que empiezo a comerme y la moral porque a cualquier llamado de teléfono tengo que contestar: "no te puedo responder ahora, lo siento".

La caída del sistema es como la caída de las bragas, una desprotección insoportable, porque una cosa es ir sin bragas por elección, pero otra cosa es cuando se te caen, con el sistema es igual, uno, cuando no quiere trabajar, es por libre elección, pero cuando se cae sin avisar ya no es lo mismo, la impotencia te embarga.

¿Qué pasa con los sistemas?, ¿no era que la era informática era lo más parecido a la perfección, la comodidad y la despreocupación?

Me acuerdo cuando miraba a los supersónicos y los veía divinos de la vida, apretaban un botón, que siempre les funcionaba, y el mundo les respondía. No recuerdo ningún capítulo donde el sistema se les cayera. Y yo soñaba con ser supersónica, con tener miles de botoncitos a mi alcance. Magno error.

Contaba con que se me caería el culete y las mamellas, pero ¿el sistema?, si a Penélope Glamour nunca le falló el lápiz de labios electrónico, esto no es lo que yo sabía del mundo informático.
Hoy me encuentro, conectada a un teléfono, a un fax, a un scanner y a un ordenador con cientos de programas, y lo único que puedo hacer es acordarme de la madre de todos los supersónicos y decirles con todas mis ganas.


¡Váyanse a cagar manga de mentirosos!

Por qué no me chupás uno

— ¡Ché mami pasame un mate!
— Le toca a la tía Alicia ahoraaaaaa...
— Me parece que me estás pasando de largo eh...
— No nena, tomó la Chuli, ahora le toca a la tía.
— Bueeeenoooo...

El mate. Dios mío cómo extraño tomar mates argentinos. No es que no tome, tengo mi mate, mi bombilla y en cualquier supermercado en la góndola de los cafés, te encontrás con paquetes de yerba Mate Rosamonte.Ese no es el tema. La cosa pasa por encontrar aquí, en España, personas que les guste el mate, que puedan soportar una ronda de tres o cuatro horas chupando del “cacharrito”, como le llaman aquí.Tengo un par de amigos, y es mucho decir, que lo han probado y pueden superar diez o doce mates, sólo dos lo chupan hasta el final, los otros absorben un traguito y me lo pasan sin terminarlo, pero nunca, nunca blogueros míos he conseguido calentar dos pavas de agua, y eso, eso señores no se puede superar.Con las pavas de agua que yo calentaba, con las horas que yo me pasaba confesándome y confesando, estudiando, mirando la tele, desayunando, merendando y “anche” cenando con ese amigo del que todos quieren chupar.Estoy pensando en hacer ruedas de café metido en el “cacharrito” y pasarlo para que chupen de la “pajita” a ver si consigo hacer un símil de ritual matero pero con cafecito.Me encanta hacerme de las costumbres del sitio donde vivo, paella el domingo, pastelitos de cabello de ángel, jamoncito, tortilla de papa en bocadillo, hablar valenciano o catalán del sur, participar en las fiestas del pueblo, pero señores y señoras bloguers, me niego a olvidarme del mate.Me han dicho desde que sabe a boñiga de vaca hasta que huele a establo, los más diplomáticos le han llamado “olor a campo”, pero yo me pregunto, y sobre todo a mi Xavito que es el que dice lo del sabor a boñiga:

¿HAS PROBADO UN TROCITO DE BOSTA DE VACA ALGUNA VEZ?

Vos me entenderás, enamorarme de un Español que no le guste el mate es jodido, y lo peor es que estoy súper enamorada y hasta puedo decir que es más fuerte el amor por él, que el amor por el mate, menudos sentimientos tiene la vida.

Cinco abuelas

Hoy Pepe me ha enseñado las reservas del viaje a Dublin. Nos vamos cuatro días a dar vueltas con los chicos por Irlanda. Beber, comer y ver las montañas verdes.

Le acabo de enseñar el hotel a Verito, el Lesson Inn Downtown, un edificio de principios del XIX recién refaccionado, bellísimo, a un precio hermosísimo. Ya está todo programado, desde que salimos, coche de alquiler, restaurantes, pubs, y rutas por toda la isla. A mí la verdad, viajar sin Verito no me apetece, me gusta jugar y compartir el tiempo con ella. Me siento cómodo y libre a su lado. A la gente le suele aburrir la compañía de su pareja. No lo dicen. Pero se les nota. Seguramente a tí también pero te cuesta reconocerlo. Es fácil darse cuenta. Necesitan acompañarse de otras personas para salir de casa, a cenar, de vacaciones. Bueno, cuando nos vean por aquellos lares pensarán qué hacen cinco abuelas juntas tan lejos de casa. Ya me explicarás. Acabarnos toda la cerveza de Grafton Street. Y las chicas en casa esperando al del butano.

— ¡Manolo! Una bombonita al tercero...
— Ya subo corasón y vé sacando la San Miguel de la nevera.

XXL

Yo, la que me paseaba desnuda por toda la casa cual libélula desenfrenada, sí, yo misma, estoy siendo invadida por agentes externos que intentan influenciar mi identidad física.Ayer, tuve que asistir al reparto de remeras (camisetas) marca Multinacional y ¿qué pasó?, les contaré:Hace tiempo que asumí mi talla XL (el asumí está por verse), y voy a todas partes con ella y mis michelines tan oronda, sin miedos de que me agarren de ejemplo del antes y después de un centro de estética, sin temor de que llegue el Corte Inglés y me tome de modelo gráfica para su zona “tallas grandes”, pero ayer, ayer blogueros míos, asistí en primera persona, y nunca mejor dicho, al descubrimiento de mi represión física.Allí estábamos, pujando por conseguir un puñado de remeras acordes con nuestro físico y los de los miembros de nuestra familia, todas buscando XL, para mi marido decían las tallas S, M y L, a mí me tocaron mis tres ejemplares marca “Multi”, XL por supuesto, me las guardé y continué con mi mundo de pedidos, cuando de pronto... entra mi jefe, mira las remeras sobre la mesa y me dice sutilmente: “Hay talla XXL también si tú quieres...”¡¡¡¡¡Horror!!!!!, todo ese cuerpo que paseaba desnudo sin problemas sintió que tenía que correr a la tienda de túnicas y comprarse una ya mismo, que el mejor disfraz que podría conseguir para carnavales sería el de tienda de campaña. Pensé en llamar a mi amiga y preguntarle cómo le fue con la bolsita de silicona que te hacen tragar en Corporación Dermoestética y tragarme una yo también de inmediato.Pensé que no era tan grave la apreciación, pero lo grave es que ¡me había influido!, a mí, a Verito, a la que el bikini con rollitos le sienta bien sintiendo que pasar por el primer Carrefour y comprarme una malla entera (bañador), sería la mejor solución para el verano.Pero... blogueros míos... a la noche... me comí un pan con anchoas que preparó Xavito, je je je je...

Me tastressandooooo

Flipo en colores primarios.¿Qué nos pasa a la raza femenina?Me canso de escuchar la paranoia incansable de la igualdad de sexos y ¿con qué me encuentro?, con una colección de conversaciones desordenadas que hablan del orden, entre otras cosas y que siempre tienen que ver con lo mismo.Podría enumerar los escasos temas con los que se puede hablar cotidianamente con nosotras, las nenas:

1. Las lavadoras que pusimos el fin de semana.
2.Los niños que no nos dejan intimidad.
3. Los cristales a los que dejamos de lado y echan de menos un buen bañito.
4. El menú que dejamos en el freezer para que cuando él llegue del trabajo tenga lista la comida.
5. El perro del vecino.
6. Lo mal que lo hacen los demás y lo bien que lo hago yo.

Y no quisiera entrar, pero entro, en la pérdida progresiva de uno de los sentidos, OIR. Nos cuentan algo y estamos asintiendo con la cabeza y preparadas para casi cortar la conversación del otro y exponer nuestra batallita similar, ojo, pero mejor.Cada día las cuerdas vocales parece que nos responden mejor, ya que el elevar la voz a más de diez barras de volumen a pasado a ser normal.¿Tanto cuesta que nos escuchen? ¿Tan poco atendidas nos sentimos para tener que levantar la voz y hablar a los gritos?¿No será que cada día decimos cosas menos interesantes?.A veces pienso que somos poco creíbles, y habrán visto que todo el tiempo me incluyo en esta bolsa de mujercitas, que nos hemos apresurado en colgar los guantes de la lucha por la igualdad porque al final es más cómodo hablar de lavadoras que leer un libro, es menos riesgoso ser “María la Víctima” que expresar nuestras ideas de manera creativa y positiva, es más fácil criticar que asumir nuestros propios errores.¡Gran error chicas!, estamos tomando el camino equivocado, pienso.Nos estamos olvidando de ser más Geishas y menos chabacanas.Amiga, abrí ese cajón de palabras usadas y tiralas a la basura. Ponete a descubrir ya mismo un nuevo vocabulario donde no existan la frases “me hicieron”, “me lo dejó todo mal”, “no me ayudan”, “no puedo porque tengo que limpiar”, verás que poco a poco todo brilla mucho más que el suelo de tu casa. ¡Brillarás!

Un lago de calamares

Anoche soñé.Un lago de calamares dentro de un jardín de invierno. Un sinfín de algas me abrazaban las piernas mientras intentaba pescarlos.Tenía mi truco, sabía perfectamente que pinchando un calamar y derramando su tinta por el agua se morían todos los demás.La muerte por su propio veneno.Entre otras cosas soñé con calamares.Lo asocié al mundo del cotilleo que generalmente me rodea. Me sentía la salvadora, abatiendo a un solo calamar y desparramando su tinta por su propio habitat lograba detener a todo ese cardúmen de ejemplares llenos de tinta sin dejarlos que exploten de veneno.La muerte del cotilleo.Además, los calamares son la única especie que vive en pareja para toda la vida, lo que intentamos los humanos.Tengo un amigo calamar muy dolido, se quedó sin calamara, hoy escucha a Calamaro y llora con tinta de olvido una inexplicable distancia.Los calamares deseosos de explotar su tinta deberían meterse en ese lago y dejar de fastidiar a los que ya no quieren pasar por la mancha de la tinta cotilla.

Bocadillo de ternura

Xavito en la cocina, haciendo combinaciones de dulce de membrillo con lechuga, me encanta verlo, un vendaval de aromas mezclados.Adoro sus movimientos, diseña su bocadillo con arte, me susurra que me quiere y sigue su camino.

No sabe lo que hago, no sabe que mi mente le reverencia cada uno de sus pasos.Me gusta su ropa arrugada y su bolsito con libros y cds.Admiro su desparpajo y su mente roja, adoro su corazón de sentimientos pop con mariposas.Lo amo.

Quinto sin ascensor

¿A qué a nadie se le ocurre comprar un "quinto sin ascensor"?...A nosotros sí.Inmersos en el mundo de la hipoteca, títulos en internet donde te ofrecen las mejores condiciones, la mayor celeridad, lo único que evitan poner es que los quintos sin ascensor no se deben comprar.Desde este tercero con ascensor,donde ahora vivimos, el viento silba por la ventana. Aulla. Entra como si fuera un presagio que nos canta, todo nos recuerda al quinto.Se nos rompió el llavero que dice "La Vall d´uixó para siempre", ¿eso querrá decir algo?, ¿eso significa que nos iremos al quinto sin ascensor?, ¿que San Banco Hipotecario nos bendecirá con su mano llena de dinero?Espectantes y ansiosos creemos que soñar con vivir con una ventana que mira el mar es lo más alucinante que nos puede pasar, que subir peldaño a peldaño, para encontrarnos con lucecitas de veleros navegando por el fondo, los borreguitos que en manada parecen venir de frente cuando el viento es del levante y escuchar el sonido del Mediterráneo, es cumplir con nuestro deseo.Nos estamos acercando, nos subimos a un deseo y no pararemos hasta alcanzarlo, aunque tengamos que subir cinco pisos para ello.La recompensa lo vale.