miércoles, julio 26, 2006

Sopa fría

Mañana él ha decidido que tenemos que ir a comer al Marblau de Jesús Gor. Será jueves y la mitad de la empresa trabajará por la tarde; los otros tendrán fiesta. No sé a ciencia cierta que celebramos, si la despedida del invierno o la entrada de las vacaciones. No importa un ají, porque seguirá siendo una decisión de fontanero a las once.

Y es que con este carácter de mierda que forjé en la infancia inocente pegado a las faldas de mi madre y que hoy rige los designios del destino inmediato pastor de conductas imposibles, no sé defender las premisas que entiendo como justas y me derriban sin esfuerzo a la primera andanada. En contra siempre los débiles argumentos de víctima acosada y perro faldero que ni acierto a exponer preñado de una mínima coherencia -¿mejor congruencia?

Alguna vez gano una batallita –como la del pasado domingo con los macarras y las macarenas descerebradas de la barquichuela;– pero si esto acontece me suele causar traumas a posteriori y resulta peor el remedio que la enfermedad.

Le argumento a la Patri, encargada de gestionar el cotarro con su cliente y adulador galán de capilar dómito, que me parece injusto ir a mediodía con las prisas de la faena, para volver a trabajar una hora más tarde: porque es una mentira voceada: ni borrachos ni colgados de anfetas que a las cinco aun estamos allí; sé que los chicos de las calderas de Pedro Botero estarán disgustados cuando se enteren de que la comida no será para ellos una fiesta. Sé que preferirán emplear ese tiempo en comer empleando el menor tiempo posible para después, si se tienen que quedar y hacer horas extras, adelantar al máximo para llegar pronto a casa. Yo pienso de la misma manera.

Le comenté a Ana primero y me respondió malhumorada, aunque tiene que ir porque de alguna manera la estamos obligando a cumplir con el trámite; a Mateu se lo he dicho después y cuando se ha enterado que tiene que volver al tajo para realizar sus horas extraordinarias también se lo ha tomado mal. No dirán nada y asistirán a la comida de Canet sin rechistar pero con el ánimo torcido. Carlos es más hierático de gestos y resulta difícil descifrar los pensamientos que rondan su testa. Cada uno vela por su interés.

Pienso que lo adecuado sería que se hubiese celebrado la fiesta el viernes a mediodía como colofón y con el ánimo relajado, con buen vino y risas de fin de curso, pero resulta que Pepe viaja hacia Almería el viernes por la mañana. Total el también irá a trabajar esa tarde, me dice como quitando hierro al asunto y para dejar zanjada la discusión, por si tengo la aviesa intención de rebatir la cosa de nuevo. Y no me apetece nada hablar más de la cuenta. Cumpliré con mi responsabilidad de limpiabotas haciendo lo incorrecto ante una decisión ineluctable.

Al final va a resultar que le debemos una compensación al cliente y devolveremos las tornas en un almuerzo de boda de primos lejanos condicionado por el desequilibrio entre iguales. En fin, lamento derrochar un día en el Marblau de esa manera tan poco elegante porque me hubiera gustado despacharme a gusto con mis compañeros, con TODOS -incluído yo mismo- en un lugar tan delicioso para largarme de vacaciones cuatro semanas con un buen ágape.

Aunque quizás como soy de boca caliente la razón se aleje de mi y desparrame su contenido en el suelo como un cajón vuelto del revés. O a lo peor son las prisas de última hora las que provocan situaciones con cierto descontrol. O todo esto no revista ninguna importancia. Tomaré la sopa fría.

Otra vez será. A cagar a la via.

1 comentario:

Anónimo dijo...

VERITO, guapetona , estoy totalmente desubicado,pero creo que estas malhumorada,pero suele ser normal,cuando un@ no hace lo que quiere si no que hace lo que quieren los demás; por lo menos tienes derecho a cabrearte, y a hacer lo que quieras,a ser indulgente cuando tu lo consideres así, pero ya NO eres un perrito faldero,ahora tienes pleno derecho a tener tu propia personalidad,tu propia identidad; si no era eso lo que se trataba ,sorry(pendón), que no tengo aire acondicionado
BESOTE
marcialin