XXL

Yo, la que me paseaba desnuda por toda la casa cual libélula desenfrenada, sí, yo misma, estoy siendo invadida por agentes externos que intentan influenciar mi identidad física.Ayer, tuve que asistir al reparto de remeras (camisetas) marca Multinacional y ¿qué pasó?, les contaré:Hace tiempo que asumí mi talla XL (el asumí está por verse), y voy a todas partes con ella y mis michelines tan oronda, sin miedos de que me agarren de ejemplo del antes y después de un centro de estética, sin temor de que llegue el Corte Inglés y me tome de modelo gráfica para su zona “tallas grandes”, pero ayer, ayer blogueros míos, asistí en primera persona, y nunca mejor dicho, al descubrimiento de mi represión física.Allí estábamos, pujando por conseguir un puñado de remeras acordes con nuestro físico y los de los miembros de nuestra familia, todas buscando XL, para mi marido decían las tallas S, M y L, a mí me tocaron mis tres ejemplares marca “Multi”, XL por supuesto, me las guardé y continué con mi mundo de pedidos, cuando de pronto... entra mi jefe, mira las remeras sobre la mesa y me dice sutilmente: “Hay talla XXL también si tú quieres...”¡¡¡¡¡Horror!!!!!, todo ese cuerpo que paseaba desnudo sin problemas sintió que tenía que correr a la tienda de túnicas y comprarse una ya mismo, que el mejor disfraz que podría conseguir para carnavales sería el de tienda de campaña. Pensé en llamar a mi amiga y preguntarle cómo le fue con la bolsita de silicona que te hacen tragar en Corporación Dermoestética y tragarme una yo también de inmediato.Pensé que no era tan grave la apreciación, pero lo grave es que ¡me había influido!, a mí, a Verito, a la que el bikini con rollitos le sienta bien sintiendo que pasar por el primer Carrefour y comprarme una malla entera (bañador), sería la mejor solución para el verano.Pero... blogueros míos... a la noche... me comí un pan con anchoas que preparó Xavito, je je je je...